Escribiendo a contrarreloj

Ayer me enteré de una  convocatoria de relatos de terror organizada por ESMATER, una asociación madrileña de escritores de terror.

La convocatoria está abierta desde el 21 de mayo y la fecha tope para presentar los relatos es el próximo domingo. Como podéis ver me he enterado un poco tarde, pero como soy un agonías me dije: “José Miguel, échale huevos” y me puse a darle vueltas al asunto.

Piden relatos cortos de no más de 20 páginas y con una temática relacionada con las leyendas urbanas
de terror. Alguna que otra idea ya se me ha ocurrido, así que los próximos días intentaré dedicarme a plasmarlas en papel y a ver qué sale de ahí. Lo malo es que sólo se publicarán dos relatos de escritores que no pertenezcan a ESMATER de modo que la competencia será dura, y más siendo yo un pardillo que está empezando en esto justo ahora.

Crucemos los dedos para que me salga algo potable y me dé tiempo de mandarlo dentro de plazo, si no… bueno, tendré otro relato más en la saca. De momento ya tengo dos páginas y media, y se me ha ocurrido un final que me motiva bastante. A ver si mis obligaciones domésticas me lo permiten y le doy hoy un empujón importante al asunto.

EDITO (26 de julio): Más que nada para comentar cómo acabó el asunto. Al final tuve tiempo de acabarlo y enviarlo aunque, cosas que pasan, lo que debía ser un relato centrado en alguna leyenda urbana se acabó desviando un poco por la propia evolución de la trama, y al final parí una historia de 19 páginas que empieza con una leyenda urbana pero acaba en otra cosa (y hasta ahí puedo leer :-D).
Bueno, a ver si hay suerte y sale seleccionado para el libro.