martes, 21 de agosto de 2012

Reseña de "LA NOCHE SERÁ LARGA" de John David Morley


  • Título: La noche será larga
  • Autor: John David Morley
  • Título original: Passage
  • Año: 2007
  • Traducción: Claudia Conde
  • Nº de páginas: 493 págs.
  • Editorial: PLANETA
  • Año de edición: 2011

    Sinopsis:
    La noche será larga narra la historia de un hombre que vive 500 años desde el descubrimiento del nuevo mundo hasta la época moderna. Dividido en 5 partes, el libro nos narra sus diferentes vidas, empezando en las selvas de Brasil, donde llega con los conquistadores y vive muchos años con los indios, después Pernambuco durante los años de esclavitud, luego en Nueva Orleáns al principio de la historia de los Estados Unidos; en Chicago durante el siglo XIX; y acabando en Hollywood, Las Vegas y Nueva York en el siglo XX.
    [Fuente: www.casadellibro.com]

    Reseña:
    Pese a no ser una novela muy larga he tardado meses en leérmela. No me avergüenza decirlo porque la culpa no es mía (bueno, un poco sí, he pasado por una temporada poco lectora, para qué negarlo) sino del amigo Juan David. Una de las características que ha de tener una buena novela es que te enganche y no te suelte, que te emocione, que estés deseando saber qué pasa luego, qué le ocurrirá a tal o cual personaje y dónde desembocará la trama, y eso, tristemente, es algo de lo que “La noche será larga” carece.

    Que no se me malinterprete: John David Morley ha parido un libro impecablemente escrito y magníficamente documentado, donde disecciona el modo de vida de las personas en el continente americano durante los últimos quinientos años, exponiéndolo tal cual fue (y es) sin emitir juicios de valor para que cada uno saque sus propias conclusiones, y escribir una novela así no es fácil.

    El artífice de tan tediosa novela
    La premisa principal no podría ser más atractiva: Pablo, un hombre que ha vivido durante quinientos años, decide justo antes de morir explicarle su vida a un sacerdote, realizando una suerte de confesión que abarca varias vidas: desde su secuestro en Lisboa siendo sólo un niño, pasando por su renacimiento como indio amazónico, su convivencia con los Incas, su paso por Pernambuco y su recorrido por varios siglos de historia norteamericana. El problema está en que lo que debería ser —utilizando un símil cinematográfico— una trepidante película de aventuras, con el elemento fantástico de la extraordinaria longevidad del protagonista como eje central, acaba pareciéndose más a un tedioso documental de usos y costumbres. Porque ese es el principal adjetivo que me viene a la mente a la hora de describir este libro: tedioso.

    La novela comienza bastante bien, llegando a resultar incluso divertida en algunas partes (especialmente en la que Pablito vive con los indios-cerdo), pero la cosa se empieza a torcer más o menos cuando dejamos a los pobladores indígenas del continente y el protagonista empieza a convivir con el hombre blanco. A partir de ahí la trama se pierde entre infinidad de personajes que en ocasiones se confunden unos con otros, largas descripciones y la reiteración de ideas que se exponen durante toda la novela hasta la saciedad dejando una desagradable sensación de “esto ya lo he leído antes” y haciendo avanzar la trama a trompicones.
    El quipu, un objeto de extraordinaria importancia en la trama.
    También llama la atención que el supuesto protagonista de la historia se ve relegado progresivamente a un segundo plano, cediendo el protagonismo a sus descendientes y convirtiéndose prácticamente en un mero espectador que se limita a relatar los acontecimientos sin intervenir demasiado en ellos. Sólo hacia el final de la novela recupera un poco Pablo (por ese entonces Paul) su posición central en la historia, e incluso se dejan entrever un par de ideas interesantes a las que se les podría haber sacado mucho jugo pero que el autor, de forma inexplicable, comenta prácticamente de pasada para volver a insistir en lo que ha ido repitiendo incansablemente durante más de cuatrocientas páginas.

    Tal vez la novela va dirigida a otro tipo de lector —alguien más erudito y más intelectual que un servidor, el tipo de gente que considera el “Ulises” de James Joyce como una obra maestra en lugar de como el coñazo insufrible que en realidad es— y por eso no me ha gustado. Supongo que lo mismo le pasará a los lectores que, como yo mismo, estamos acostumbrados a un tipo de literatura menos sesuda, más cinematográfica y, por qué no decirlo, menos pedante.

    Resumiendo, no dudo que sea una gran novela y que, como dice The New York Times, John David Morley sea «Un escritor de una portentosa inteligencia creativa», pero digamos que simplemente este libro no es para mí.

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