Reseña de "PROMETHEUS"

TÍTULO ORIGINAL: Prometheus

DURACIÓN: 123 min.

PAÍS: EE.UU.

DIRECTOR: Ridley Scott

REPARTO: Noomi Rapace, Michael Fassbender, Charlize Theron, Idris Elba, Guy Pearce...

SINOPSIS: Un grupo de científicos y exploradores emprende un viaje espacial a un remoto planeta, una rara estrella recién descubierta, donde sus límites físicos y mentales serán puestos a prueba. El motivo de la misión es que los humanos creen que allá podrán encontrar la respuesta a las preguntas más profundas y al mayor de los misterios: el origen de la vida en la Tierra. 

(Fuente: FILMAFFINITY )

RESEÑA:   

Muchas ganas tenía de ver PROMETHEUS, una de las películas más esperadas del año. La
verdad es que vistos los trailers la película prometía, y mucho.  ¿Cumpliría Ridley Scott la promesa o se quedaría a medias?, bueno, vayamos por partes, primero lo bueno: visualmente la película está bastante bien, tanto los escenarios como los paisajes son espectaculares (vaya por delante decir que servidor la fuer a ver en 2D. Sinceramente, visto lo visto ya he escarmentado y dudo que vuelva a ver una película en 3D en mucho tiempo, la brutal diferencia de precio no compensa por lo que hoy por hoy ofrece el 3D). También me gustó el diseño de los extraterrestres y la secuencia inicial (secuencia de la que, llamadme lerdo, no acabo de ver la relación con el resto de la película), les han quedado bastante bien e incluso se podría decir que resultan cuanto menos inquietantes. Hasta ahí bien. A ver qué más tiene esta peli de bueno… uy, pues ya está. Quitando el apartado visual el resto de la película provoca una extraña mezcla de risa, vergüenza ajena, incredulidad y sensación de déjà-vu.

Los Ingenieros, esa gran raza de culturistas en taparrabos

¿Cuál es el principal problema? A mi modesto entender la causa de que nos hagan tragarnos semejante bodrio es que Ridley Scott debe pensar que somos una especie de rebaño de zombies sci-fi sin criterio ninguno capaz de devorar cualquier mierda que nos quieran echar encima. Ya me daba un pelín de mala espina cuando vi que uno de los guionistas de PROMETHEUS era nada más y nada menos que  Damon Lindelof. “¿Y ese quién es?”, se preguntarán algunos… sí hombre, el amigo Damon es uno de los creadores de la magnífica-hasta-su-penúltima-temporada serie PERDIDOS (LOST) y su “excepcionalmente bueno y clarificador”  final (¿es suficiente con las comillas o debo especificar que lo que está en cursiva hay que leerlo lo más irónicamente posible?). Lamento decir que no iba muy errado. PROMETHEUS no hace más que mancillar una saga tan cojonuda como ALIEN con una supuesta precuela que no aporta gran cosa y que se nota que se ha rodado única y exclusivamente para llenar los bolsillos de Ridley Scott y la 20th Century Fox.

Lo que han parido los señores Scott y Lindelof no tiene nombre, aunque tal vez más que parirla la criatura haya atravesado sus cajas torácicas haciéndolas estallar; en ese caso no me extraña nada el resultado: un engendro horripilante y viscoso que amenaza con seguir reproduciéndose sin parar (sí, ya está confirmada la segunda parte de PROMETHEUS y es muy posible que también haya una tercera. ¿Soy raro o vosotros también empezáis a estar hartos de tanta trilogía innecesaria?).

FX y Fassbender, lo poco salvable del film

Resumiendo, la trama resulta ser un refrito de ideas y escenas mil veces vistas en otras películas de ciencia-ficción mejores que ésta, además de mostrar multitud de sucesos que pasan porque sí, sin razón ni explicación aparente, o acciones que realizan los personajes como si ya supieran lo que va a pasar después. Todo para que al final “las cosas cuadren” y salga una “peli redonda” (de nuevo, léase irónicamente).

Los personajes no podrían ser más planos y estereotipados: tenemos desde el típico negro graciosillo a la jefa cabrona y sin sentimientos, pasando por el mil veces visto científico torpón y medio lelo, y el ya clásico punki inadaptado que va de malo maloso pero al final resulta no serlo tanto. Todo ello sin mencionar a los siempre socorridos personajes florero que van la mar de bien para hacer bulto pero no aportan absolutamente nada a la trama. Y no hablemos ya de sus reacciones y decisiones, más propias de gente dura de mollera que de un grupo de científicos y navegantes que se supone que son la crème de la crème, enviada al planeta para investigar los orígenes de la humanidad.

¿La nueva Ripley?, qué más querría Noomi...

Los actores que interpretan a tan variopinta galería de personajes hacen lo que pueden, aunque tampoco es que se luzcan demasiado. Noomi Rapace no le llega a la suela de los zapatos a Sigourney Weaver. Si tuviera que salvar a alguien sería Michael Fassbender, que hace bastante creíble el personaje del androide, y tal vez también Charlize Theron (más por ser mi amor platónico desde hace años que por otra cosa). En el otro plato de la balanza tenemos a Guy Pierce; no es que lo haga mal, pero si en el guión se especifica que el personaje es un viejo decrépito ¿por qué no usar a un actor viejo y decrépito en lugar de maquillar a lo cutre a Guy Pierce para que parezca un octogenario?, esto de verdad que no lo entiendo.

El metraje también está plagado de errores o inexactitudes científicas (que no detallaré para no reventar el argumento), así como un hecho que me ha llamado bastante la atención: puede que me equivoque pero me dio la impresión de que la nave Prometheus era mucho más grande por dentro que por fuera. No sé, debería volver a verla para asegurarme, pero creo que paso.

El gran ausente de la película

Así pues, PROMETHEUS ha sido para mí una de las grandes decepciones del año. Da un poco de pena ver tanto dinero y tantos medios desperdiciados en hacer algo como esto, habiendo como hay gente con mejores ideas y capacidad para hacer películas mucho mejores. Es curioso cómo en los últimos años las mejores películas de ciencia-ficción que he visto también son las que tienen un presupuesto menor. Menos fuegos artificiales y virguerías digitales, y más calidad narrativa y solidez de guión es lo que haría falta en las próximas entregas de la saga que amenazan con traernos, aunque sé que tratándose de Hollywood eso es pedir demasiado.